Pasada la mitad del gobierno de José Mujica y con la renovación de los cuadros diplomáticos en ambos países, la relación con Estados Unidos pasó de estar casi congelada a mostrar síntomas de acercamiento y promesas de profundización.Uruguay cambió a Carlos Gianelli por Carlos Pita en Washington, y el gobierno de Barack Obama envió a Julissa Reynoso para representarlo en Montevideo. Así, no solo cambiaron las caras, sino también el ánimo y las intenciones de avanzar en las relaciones.Ayer, la disertación de Reynoso en un almuerzo organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM) en el complejo Punta Cala de Carrasco fue una muestra clara del nuevo clima. En la sala, aunque no estuvieron ni el presidente José Mujica (quien envió sin embargo un saludo por carta) ni el vicepresidente Danilo Astori, la acompañaron el canciller Luis Almagro, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, y el prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa, entre otros ministros y jerarcas del gobierno. La embajadora llamó “amigo” a Almagro y “querido amigo” a Cánepa. Repartió elogios para Uruguay y, aunque ello sea algo políticamente correcto para un diplomático, fue enfática en sus enunciados y despertó aplausos y sonrisas de aprobación de los representantes del Poder Ejecutivo.La sala estaba repleta de empresarios y representantes de las gremiales empresariales. La gente de los negocios quería escuchar qué tiene para ofrecer el gigante del norte ante una coyuntura de turbulencias en Europa. Reynoso dejó un mensaje tranquilizador y aseguró que su país ya no sufre la crisis iniciada en 2008 y propagada con furia hasta 2009. “Somos la economía más grande del mundo. Somos dos veces la economía de China, dos veces y medio Japón y cuatro la de Alemania. Esas son buenas noticias para Uruguay”, dijo Reynoso.La embajadora recordó que Estados Unidos ya no es el primer destino de las exportaciones de Uruguay, pero el desempeño esperado de la economía de su país hará que tenga cada vez un rol “más importante”. Repasó también que Uruguay es el único país que ingresa carne ovina libre de aftosa con vacunación a Estados Unidos y alentó a explorar nuevos rubros de intercambio. A su juicio, el Tifa (por su sigla en inglés) es un tratado de intercambio comercial que puede dar mucho más de lo que genera ahora por lo que, además, no considera necesario avanzar en la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC).“En Washington, todos los tomadores de decisiones de la Casa Blanca hasta el Congreso, coinciden en la necesidad de profundizar nuestra relación con Uruguay. (Es) un país que representa una economía estable, con énfasis en la inclusión social, la prosperidad compartida. Nuestro comercio se basa en valores compartidos, especialmente en la libre empresa y en el estado de derecho. Nuestra política es profundizar la relación económica y comercial, van de la mano con nuestro esfuerzo compartido, para fortalecer nuestra relación con Uruguay”, dijo Reynoso.Para Estados Unidos, según la embajadora en Montevideo, la relación estratégica es de “ganar ganar”. Eso último surge a partir de una definición estratégica de Obama de duplicar las exportaciones en cuatro años. Uruguay, en ese caso, es visto como un potencial centro de distribución regional y puerta de entrada a diversos mercados en América del Sur.Tan interesada se mostró la funcionaria estadounidense, que pidió a los empresarios visitar su embajada y llevar ideas que permitan estrechar la relación comercial. “Necesitamos ideas para profundizar las relaciones. Díganme, porque a mi gobierno le faltan ideas”, expresó.Reynoso habló también de educación. Dijo que dista mucho la demanda de personal calificado con las vacantes que generan las empresas. Mencionó que firmas de su país invierten en Uruguay pero, al querer expandir, no encuentran la mano de obra calificada que buscan. Para la embajadora eso es una debilidad de Uruguay. Para revertirlo, sugirió a los empresarios que ayer la escuchaban en Carrasco invertir en educación para apoyar los esfuerzos oficiales.En varios pasajes de su charla, aludió a las elecciones de noviembre en su país, en las que Obama se juega la continuidad. Informó que trabajara para que Mujica visite Estados Unidos y lanzó una frase que muchos devolvieron con gestos de aprobación: “Pueden contar conmigo como amiga de Uruguay”.
Vuelven los gestos positivos en la relación con Estados Unidos
Pasada la mitad del gobierno de José Mujica y con la renovación de los cuadros diplomáticos en ambos países, la relación con Estados Unidos pasó de estar casi congelada a mostrar síntomas de acercamiento y promesas de profundización.Uruguay cambió a Carlos Gianelli por Carlos Pita en Washington, y el gobierno de Barack Obama envió a Julissa Reynoso para representarlo en Montevideo. Así, no solo cambiaron las caras, sino también el ánimo y las intenciones de avanzar en las relaciones.Ayer, la disertación de Reynoso en un almuerzo organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM) en el complejo Punta Cala de Carrasco fue una muestra clara del nuevo clima. En la sala, aunque no estuvieron ni el presidente José Mujica (quien envió sin embargo un saludo por carta) ni el vicepresidente Danilo Astori, la acompañaron el canciller Luis Almagro, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, y el prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa, entre otros ministros y jerarcas del gobierno. La embajadora llamó “amigo” a Almagro y “querido amigo” a Cánepa. Repartió elogios para Uruguay y, aunque ello sea algo políticamente correcto para un diplomático, fue enfática en sus enunciados y despertó aplausos y sonrisas de aprobación de los representantes del Poder Ejecutivo.La sala estaba repleta de empresarios y representantes de las gremiales empresariales. La gente de los negocios quería escuchar qué tiene para ofrecer el gigante del norte ante una coyuntura de turbulencias en Europa. Reynoso dejó un mensaje tranquilizador y aseguró que su país ya no sufre la crisis iniciada en 2008 y propagada con furia hasta 2009. “Somos la economía más grande del mundo. Somos dos veces la economía de China, dos veces y medio Japón y cuatro la de Alemania. Esas son buenas noticias para Uruguay”, dijo Reynoso.La embajadora recordó que Estados Unidos ya no es el primer destino de las exportaciones de Uruguay, pero el desempeño esperado de la economía de su país hará que tenga cada vez un rol “más importante”. Repasó también que Uruguay es el único país que ingresa carne ovina libre de aftosa con vacunación a Estados Unidos y alentó a explorar nuevos rubros de intercambio. A su juicio, el Tifa (por su sigla en inglés) es un tratado de intercambio comercial que puede dar mucho más de lo que genera ahora por lo que, además, no considera necesario avanzar en la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC).“En Washington, todos los tomadores de decisiones de la Casa Blanca hasta el Congreso, coinciden en la necesidad de profundizar nuestra relación con Uruguay. (Es) un país que representa una economía estable, con énfasis en la inclusión social, la prosperidad compartida. Nuestro comercio se basa en valores compartidos, especialmente en la libre empresa y en el estado de derecho. Nuestra política es profundizar la relación económica y comercial, van de la mano con nuestro esfuerzo compartido, para fortalecer nuestra relación con Uruguay”, dijo Reynoso.Para Estados Unidos, según la embajadora en Montevideo, la relación estratégica es de “ganar ganar”. Eso último surge a partir de una definición estratégica de Obama de duplicar las exportaciones en cuatro años. Uruguay, en ese caso, es visto como un potencial centro de distribución regional y puerta de entrada a diversos mercados en América del Sur.Tan interesada se mostró la funcionaria estadounidense, que pidió a los empresarios visitar su embajada y llevar ideas que permitan estrechar la relación comercial. “Necesitamos ideas para profundizar las relaciones. Díganme, porque a mi gobierno le faltan ideas”, expresó.Reynoso habló también de educación. Dijo que dista mucho la demanda de personal calificado con las vacantes que generan las empresas. Mencionó que firmas de su país invierten en Uruguay pero, al querer expandir, no encuentran la mano de obra calificada que buscan. Para la embajadora eso es una debilidad de Uruguay. Para revertirlo, sugirió a los empresarios que ayer la escuchaban en Carrasco invertir en educación para apoyar los esfuerzos oficiales.En varios pasajes de su charla, aludió a las elecciones de noviembre en su país, en las que Obama se juega la continuidad. Informó que trabajara para que Mujica visite Estados Unidos y lanzó una frase que muchos devolvieron con gestos de aprobación: “Pueden contar conmigo como amiga de Uruguay”.