La decisión de Estados Unidos de mantener una tasa de interés entre 0% y 0,25% hasta el 2015 y la política de inyectar toda la liquidez que sea necesaria para recuperar el empleo perdido, repercutirá sobre el tipo de cambio de los países emergentes como Uruguay que deberá lidiar con un dólar bajo al menos por los próximos dos años.
Los analistas advierten que el gobierno uruguayo tendrá “poco margen” con su política monetaria para atacar esta tendencia por lo que deberá a apelar a otras herramientas para cuidar la competitividad y atender lo que hacen algunos socios comerciales relevantes como Brasil.Para el economista Afonso Capurro de CPA/Ferrere las medidas que anunció ayer la Reserva Federal (FED) fueron “inusuales” porque no fijó un plazo para quitar los estímulos sobre la economía hasta tanto no se recuperen los niveles de empleo. Además, indicó que dan la pauta que las situación de la actividad estadounidense “es más complicada” de lo estimado.
No obstante, para su colega Aldo Lema de Vixion Consultores, la noticia de la FED no fue sorpresiva ya que el mercado estaba “esperando” que la tasa de interés se mantuviera cercana a 0% más allá del 2014. Dijo que también los privados aguardaban por una compra de bonos privados. “Quizás sorprendió que se anunciaran las dos medidas conjuntamente”, admitió. Según Lema, la decisión de la FED está “justificada” porque la economía estaba funcionando por debajo de su capacidad y tiene un desempleo por encima del 8%, que trepa hasta el 10% si se tiene en cuenta la mano de obra que se retiro del mercado de trabajo.Impacto
Una de los principales coletazos que tendrá esta medida de EEUU será una nueva tendencia a la apreciación de las monedas de los países emergentes y tasas de interés elevadas. Ayer el dólar interbancario en Uruguay cayó 0,24% por tercera jornada consecutiva y cerró a $ 21,244. En lo que va de setiembre, el peso uruguayo se apreció 0,75% frente a la divisa estadounidense. En tanto, en Brasil el real cayó 0,24% frente al dólar a 2,021 unidades. Si bien el tipo de cambio real mejoró en julio 0,9% respecto a junio, la competitividad local con Brasil acumula una pérdida de 11% en los últimos 12 meses. En lo que va de 2012, en Uruguay el dólar cayó 6,98% pero en Brasil la cotización del real lo hizo 8,23%.El economista Ramón Pampín de la consultora PwC dijo ayer a El Observador que el dólar venía evolucionando en los últimos meses por el impacto de la corriente europea que determinaba un tipo de cambio más alto y con una volatilidad elevada en la plaza local. No obstante, recordó que el gran jugador del tipo de cambio sigue siendo la “política monetaria” de EEUU que está vigente y se mantendrá por un buen tiempo, y que determinará un dólar “planchado” y con una tendencia a la baja.“El dólar débil se afianza y se consolida. Además, en el corto plazo tuvimos mucha presión por la presión importada por la suba de los precios de los alimentos. En resumen, la competitividad cobra relevancia porque Brasil sacó una ventaja que es difícil de descontar”, alertó Capurro de CPA.
Por otro lado, Lema señaló que una “lectura positiva” de los anuncios de la FED es que la economía estadounidense debería crecer a una tasa moderada del 2% básicamente por la ventaja competitiva que tendrán sus exportaciones con una moneda depreciada. Dijo que seguramente un dólar débil ayude a sostener la cotización relativamente elevada que vienen mostrando los commodities en los últimos meses. “Las crisis en los países de la región ha surgido con tasas altas de interés en EEUU, por tanto, que se mantengan bajas por un tiempo es una buena señal”, destacó.Para Lema una apreciación del peso será la “contracara” de este escenario en EEUU, al igual que en otros países emergentes. Añadió que las únicas medidas para atacar las competitividad son ahorrar los recursos extras que genera la economía y aplicar una mayor disciplina fiscal que pueda acompañarse por otras herramientas, como menores costos de la energía y una mejora en la infraestructura.En tanto, para Pampín la clave para Uruguay será seguir “atentos” a las medidas que introduce la administración del gobierno brasileño para contrarrestar esta presión sobre una apreciación de las monedas locales. No obstante, advirtió que Brasil tiene “más cintura” e “instrumentos” para defender su competitividad porque puede aplicar una política monetaria “más relajada”, a diferencia de Uruguay.