Después de la explosiva aparición en Fénix se empezaron a mirar de reojo. Luego del encanto de un River Plate que daba placer intercambiaron teléfonos. Y con la consagración en Nacional se terminó por consolidar el romance. Esta historia estaba escrita. Desde la aparición de Juan Ramón Carrasco como entrenador flotaba en el ambiente la sensación de que, más tarde o más temprano, Danubio se enamoraría de su propuesta. Por la forma de pensar se podría decir que nacieron el uno para el otro. Fútbol es la palabra que los define. Y sellaron el acuerdo.Juan Ramón Carrasco está ante un nuevo desafío. Conquistar al público más complejo del fútbol uruguayo. Danubio no es un club sencillo. Es distinto a todos. El que viene de afuera es mirado de reojo. El que nace en el club tiene prioridad. El DT que, además de ganar, genera espectáculo, tendrá crédito perdurable.Consumado el acuerdo, el desembarco de JR en Maroñas genera dudas: ¿Qué Carrasco llega a Danubio? ¿El que seducía con su conocida propuesta del tiki tiki? ¿El que apuesta a “inventar” jugadores de las formativas y transformarlos en millones de dólares? ¿O el que terminó dirigiendo a Nacional con la única misión de tener que ganar dejando de lado sus convicciones futbolísticas?A nadie le caben dudas de que hoy Danubio necesita ganar. Está urgido. Su público lo reclama. ¿A qué precio lo encarará JR? ¿Al de dejar de lado su propuesta? ¿O al de correr el riesgo de meter mano, intentando revolucionar con su fútbol y sacar jóvenes escondidos en el Complejo Del Campo?Carrasco tiene la particularidad de no tener matices. Es blanco o negro, jamás gris. Es amor u odio. Nunca el camino del medio: una vereda o la otra. Su vida deportiva está marcada por esa constante. Y en Danubio no será la excepción. Hay un lado bueno y otro malo, según la forma en que se interpreten sus decisiones.El bueno de JRA cada club donde fue lo transformó, lo revolucionó. Si le permiten tener tiempo para afianzar su propuesta es probable que de acá a dos años Danubio tenga US$ 3 millones en el banco. No es una conclusión caprichosa: está basada en sus experiencias anteriores. Fénix montó un complejo deportivo y River no padeció más problemas económicos.En un momento complejo del elenco de la franja, Carrasco permitirá a los jugadores sacarse la presión. Es que tiene un particular imán al que se adhieren todos los comentarios. Todos los focos estarán destinados a JR.El plantel no tendrá una estrella. La estrella es el equipo, el juego colectivo, la jugada, como le gusta decir a Juan Ramón.Si el JR que contrató Danubio es el de antes de Nacional, la apuesta es conocida: fútbol en estado puro. El propio técnico de la selección, Óscar Tabárez lo definió cuando Carrasco deslumbraba con su River: “Es un fútbol que tiene rasgos de un equipo de alta competitividad, velocidad, jugar, no protestar. No es un equipo desequilibrado, muestra cosas de equipo bien organizado que uno ve a nivel internacional”.El malo de JREl primer aspecto a considerar va más allá del DT. Es institucional. ¿Es el momento de Danubio para recibir a JR? Hay problemas internos, en las divisiones formativas donde perdió pie con Liverpool cuando era pionero en esta historia de sacar jugadores. Y la gente está en pie de guerra. De hecho, en el último partido hubo incidentes en torno al nombre de JR.Otro aspecto es la personalidad de Juan Ramón. Es un hombre poco adepto a las normas establecidas. Esas que dicen que el técnico se cuida a la hora de declarar, que no hace cambios en los primeros minutos de un partido, que no rota al capitán, que no concentra o que no asiste a los entrenamientos físicos porque no tiene nada que hacer.Muchas veces se le critica el trato con los jugadores. Algunos consideran una falta de respeto que los saque por cometer un error. En Nacional terminó con diferencias con Horacio Peralta, Fornaroli y Christian Núñez.Asimismo, muchos no ven con buenos ojos que no asista a determinados entrenamientos o que no concentre con el plantel ni que viaje en el ómnibus con los jugadores y opte por hacerlo en su vehículo particular. En Nacional lo hicieron cambiar.“Carrasco cambió muchas cosas, tanto su forma de juego como su forma de ser; eso nos ayudó y se ayudó a sí mismo porque lo hizo crecer. Creo que el técnico se adaptó más al equipo que el equipo al técnico. Antes le inquietaba que las jugadas no salían y luego buscó variantes dentro de lo mas efectivo del equipo”, reveló Santiago García luego de ganar el campeonato con Nacional.JR desembarca en la Curva. Jugó con la franja cruzando su pecho. Tiene claro el paladar futbolístico del hincha de Danubio. El desafío está planteado. Parecen haber nacido el uno para el otro. La charla históricaLa memorable charla técnica de Juan Ramón Carrasco dirigiendo a River Plate sobre lo que había que darle de comer a la pelota. Richard Porta lo mira con atención. El nueve fue goleador de un torneo con JR. El video de aquella charla recorrió el mundo. Tiempo después brindó una charla similar pero esta vez dentro del vestuario del Centenario y con dólares. Dos malas experienciasDespués de su pasaje por Nacional, donde salió campeón Uruguayo, Juan Ramón renunció a la dirección técnica. Al poco tiempo fue a Emelec de Ecuador donde lo eliminaron de la actividad internacional y se retiró insultado de la cancha. A la semana lo destituyeron. De ahí surgió una nueva oportunidad en Atlético Paranaense, donde tampoco logró buenos resultados y se terminó alejando del elenco brasileño.
El regreso de un personaje.
Después de la explosiva aparición en Fénix se empezaron a mirar de reojo. Luego del encanto de un River Plate que daba placer intercambiaron teléfonos. Y con la consagración en Nacional se terminó por consolidar el romance. Esta historia estaba escrita. Desde la aparición de Juan Ramón Carrasco como entrenador flotaba en el ambiente la sensación de que, más tarde o más temprano, Danubio se enamoraría de su propuesta. Por la forma de pensar se podría decir que nacieron el uno para el otro. Fútbol es la palabra que los define. Y sellaron el acuerdo.Juan Ramón Carrasco está ante un nuevo desafío. Conquistar al público más complejo del fútbol uruguayo. Danubio no es un club sencillo. Es distinto a todos. El que viene de afuera es mirado de reojo. El que nace en el club tiene prioridad. El DT que, además de ganar, genera espectáculo, tendrá crédito perdurable.Consumado el acuerdo, el desembarco de JR en Maroñas genera dudas: ¿Qué Carrasco llega a Danubio? ¿El que seducía con su conocida propuesta del tiki tiki? ¿El que apuesta a “inventar” jugadores de las formativas y transformarlos en millones de dólares? ¿O el que terminó dirigiendo a Nacional con la única misión de tener que ganar dejando de lado sus convicciones futbolísticas?A nadie le caben dudas de que hoy Danubio necesita ganar. Está urgido. Su público lo reclama. ¿A qué precio lo encarará JR? ¿Al de dejar de lado su propuesta? ¿O al de correr el riesgo de meter mano, intentando revolucionar con su fútbol y sacar jóvenes escondidos en el Complejo Del Campo?Carrasco tiene la particularidad de no tener matices. Es blanco o negro, jamás gris. Es amor u odio. Nunca el camino del medio: una vereda o la otra. Su vida deportiva está marcada por esa constante. Y en Danubio no será la excepción. Hay un lado bueno y otro malo, según la forma en que se interpreten sus decisiones.El bueno de JRA cada club donde fue lo transformó, lo revolucionó. Si le permiten tener tiempo para afianzar su propuesta es probable que de acá a dos años Danubio tenga US$ 3 millones en el banco. No es una conclusión caprichosa: está basada en sus experiencias anteriores. Fénix montó un complejo deportivo y River no padeció más problemas económicos.En un momento complejo del elenco de la franja, Carrasco permitirá a los jugadores sacarse la presión. Es que tiene un particular imán al que se adhieren todos los comentarios. Todos los focos estarán destinados a JR.El plantel no tendrá una estrella. La estrella es el equipo, el juego colectivo, la jugada, como le gusta decir a Juan Ramón.Si el JR que contrató Danubio es el de antes de Nacional, la apuesta es conocida: fútbol en estado puro. El propio técnico de la selección, Óscar Tabárez lo definió cuando Carrasco deslumbraba con su River: “Es un fútbol que tiene rasgos de un equipo de alta competitividad, velocidad, jugar, no protestar. No es un equipo desequilibrado, muestra cosas de equipo bien organizado que uno ve a nivel internacional”.El malo de JREl primer aspecto a considerar va más allá del DT. Es institucional. ¿Es el momento de Danubio para recibir a JR? Hay problemas internos, en las divisiones formativas donde perdió pie con Liverpool cuando era pionero en esta historia de sacar jugadores. Y la gente está en pie de guerra. De hecho, en el último partido hubo incidentes en torno al nombre de JR.Otro aspecto es la personalidad de Juan Ramón. Es un hombre poco adepto a las normas establecidas. Esas que dicen que el técnico se cuida a la hora de declarar, que no hace cambios en los primeros minutos de un partido, que no rota al capitán, que no concentra o que no asiste a los entrenamientos físicos porque no tiene nada que hacer.Muchas veces se le critica el trato con los jugadores. Algunos consideran una falta de respeto que los saque por cometer un error. En Nacional terminó con diferencias con Horacio Peralta, Fornaroli y Christian Núñez.Asimismo, muchos no ven con buenos ojos que no asista a determinados entrenamientos o que no concentre con el plantel ni que viaje en el ómnibus con los jugadores y opte por hacerlo en su vehículo particular. En Nacional lo hicieron cambiar.“Carrasco cambió muchas cosas, tanto su forma de juego como su forma de ser; eso nos ayudó y se ayudó a sí mismo porque lo hizo crecer. Creo que el técnico se adaptó más al equipo que el equipo al técnico. Antes le inquietaba que las jugadas no salían y luego buscó variantes dentro de lo mas efectivo del equipo”, reveló Santiago García luego de ganar el campeonato con Nacional.JR desembarca en la Curva. Jugó con la franja cruzando su pecho. Tiene claro el paladar futbolístico del hincha de Danubio. El desafío está planteado. Parecen haber nacido el uno para el otro. La charla históricaLa memorable charla técnica de Juan Ramón Carrasco dirigiendo a River Plate sobre lo que había que darle de comer a la pelota. Richard Porta lo mira con atención. El nueve fue goleador de un torneo con JR. El video de aquella charla recorrió el mundo. Tiempo después brindó una charla similar pero esta vez dentro del vestuario del Centenario y con dólares. Dos malas experienciasDespués de su pasaje por Nacional, donde salió campeón Uruguayo, Juan Ramón renunció a la dirección técnica. Al poco tiempo fue a Emelec de Ecuador donde lo eliminaron de la actividad internacional y se retiró insultado de la cancha. A la semana lo destituyeron. De ahí surgió una nueva oportunidad en Atlético Paranaense, donde tampoco logró buenos resultados y se terminó alejando del elenco brasileño.