-¿Por qué cree que no hubo interesados en la subasta de aviones?
-Yo entiendo que hubo un sobredimensionamiento de la valoración de los derechos de tráfico y de la posición de Uruguay en el ámbito aeronáutico. Había expectativas legítimas pero quizás un poco fuera de la realidad. En Uruguay se ve al puente aéreo como un gran negocio, pero eso es relativo en la valoración de mercado. ¿Qué compañías de primer nivel vinieron a interesarse, en serio? Ninguna. ¿De segundo plano? Ninguna. Vinieron compañías de tercer plano, o sea, compañías muy chicas, como Sol, Conviasa o BQB. Esa es la realidad nuestra. No es una realidad exuberante de que fuese a venir Lufthansa o American. Hoy Uruguay hizo una oferta de venta de aeronaves con derechos de tráfico, y el mercado aeronáutico respondió dándole la espalda.
-¿Cree que los aviones ofertados tienen características poco atractivas?
-Son aviones para una misión muy específica y no hay muchos en el mundo. Hoy por hoy en el mercado mundial este tipo de aeronaves no están mayormente requeridas. Normalmente son aeronaves para volar una hora o dos como mucho. No tienen mucha autonomía de vuelo. Hay otro tipo de aeronaves chicas, de fabricantes como Airbus o Boeing, que tienen siete u ocho horas de autonomía de vuelo, que dan una flexibilidad mucho mayor. Para empezar, ninguna compañía de Latinoamérica tiene aviones Bombardier, o sea que no hay nadie a quién le interese aumentar su flota. En segundo lugar, son aviones que no permiten la flexibilidad de estar volando siete u ocho horas, que pueden hacer conexiones entre Montevideo y ciudades como Lima o Caracas, o hacer charters al Caribe, donde se pueda hacer otro mix de tarifas más interesantes y poder cumplir varias misiones, desde corto alcance hasta largo alcance. Pero estos aviones Bombardier están muy constreñidos a los mercados locales.
-¿El precio de base de US$ 136 millones por los siete aviones (o sea más de US$ 19 millones por avión) está adecuado al mercado?
-No, es excesivo. Esos aviones en remate no valen más de US$ 11 o 12 millones cada uno.
-¿En qué lugares del mundo se utilizan hoy estas aeronaves Bombardier?
-Actualmente las utiliza Lufthansa, pero también usa aviones Embraer. Y hay unas 200 en Estados Unidos. Pero los aviones ofertados por Uruguay ya no se están tomando porque hay una nueva generación entrando.
-¿Cree que el gobierno se equivocó con la estrategia de organizar la subasta de ayer?
-El Estado se quedó con deuda y la única manera de saldarla es comercializando los aviones. Pero también hay un problema muy grande en Brasil, Argentina y Chile con respecto a las asociaciones de consumidores y a las administraciones de aviación civil, donde quedaron deudas muy grandes, con multas, recargos y juicios. El día de mañana una compañía uruguaya que empiece a volar va a tener problemas. Creo que lo mejor hubiera sido que el Estado hubiera asumido esa deuda millonaria para quedar en una situación estable y de certeza jurídica, y no estar en situación actual que es jurídicamente muy complicada. Hubiera sido mucho más sano haber afrontado a los acreedores, haber tenido una actitud proactiva de salir hacia ellos, negociar y quedar en una posición mucho mejor de la que ahora estamos.
-¿Qué puede hacer ahora el gobierno?
-Son decisiones políticas muy complicadas con respecto a las perspectivas doctrinarias que tiene el gobierno. De alguna manera están enfrentando una realidad que les es adversa políticamente, y creo que lo mejor sería tomar decisiones realistas aunque desviadas de sus doctrinas. Debe tomar decisiones duras, pero que limpien la cancha para que los que vengan puedan desarrollar el negocio aeronáutico y solucionar lo que se da actualmente, que es una merma en la conectividad aérea del país.
PERFIL
Asesor de Aerolíneas
Daniel Labruna es abogado experto en temas aeronáuticos y asesor letrado en Uruguay de Taca, Avianca, Sol y Lufthansa. Además, es prosecretario de la Asociación Uruguaya de Derecho Aeronáutico y del Espacio (Audae), y fue vicepresidente y asesor legal de la empresa de aviación uruguaya UAir, que funcionó entre 2003 y 2005.
El País Digital