Bancó como pudo Fénix el primer tiempo jugando con sus cartas. Ante un rival superior por donde se lo analice, empezando por sus individualidades y siguiendo por el fútbol que despliega, el presupuesto que maneja y su tradición en este tipo de torneos, el conjunto de Rosario Martínez se plantó con 10 hombres en su campo y un delantero bien alejado pensando en un empate.
En los primeros 20 minutos, era evidente la diferencia en los ritmos. Mientras de azul se veía a un equipo veloz, en rodaje, con dinámica y rápida circulación de pelota, de violeta y blanco aparecía otro que siempre llegaba tarde, que jugó su primer partido oficial de la nueva temporada y que no hilvanaba tres pases seguidos en los efímeros lapsos en los que tuvo el balón.
Ya a los 4' lo tuvo la U cuando tras una buena combinación quedó de cara al gol Diego Rivarola mano a mano con Danilo Lerda, pero el arquero evitó la primera caída.
Defendió muy cerca de su área el conjunto de Capurro, con dos líneas de cuatro, Fabián Trujillo algo más adelantado intentando presionar la salida rival, y más suelto Román Cuello como único delantero.
De a poco el partido se tornaba un frontón. Despejaba Fénix, hacía su juego, pero no tenía capacidad de aguantar la pelota, por lo que la incógnita en el encuentro pasaba por saber cuándo abriría la cuenta el dueño de casa, a pesar de su falta de profundidad en los metros finales.
Más se le complicó a los albivioletas cuando a la media hora Fabián Trujillo le entró duro con el brazo extendido a Osvaldo Giménez y vio su segunda amonestación. Con la inferioridad numérica, hasta Cuello bajó a su campo a defender. El entrenador argentino de la U, Jorge Sampaoli, puso a Lorenzetti (enganche) y sacó a Albert Acevedo (volante central), a sabiendas que no había necesidad de mantener una dupla de contención que no tenía a quién marcar.
Se fue el primer tiempo 0-0, pero en una jugada casi casual llegó un golazo que le dio la tranquilidad al equipo trasandino a los 54'. José Rojas buscó a Lorenzetti, éste quiso parar de zurda el balón que se le iba largo pero no pudo hacerlo, y el esférico derivó en Eduardo Vargas, quien amortiguó notablemente con la canilla derecha para luego definir de cabeza ante la salida de Lerda.
Siguió corriendo y raspando Fénix, con la seguridad de Lerda en el arco, con una defensa firme liderada por Pilipauskas, un mediocampo bien plantado con Papa y Rivero como pilares, y con Cardinalli realizando un trabajo a destajo en el ida y vuelta por la banda izquierda. El único que desentonó fue Juan Manuel Ortiz.
Resignándose a no pasar la mitad de la cancha, sostuvo el 0-1 y no permitió más goles el corajudo Fénix. Teniendo en cuenta que jugó con un futbolista menos durante una hora, ante un rival de mayor jerarquía, que viene en rodaje y que tuvo la pelota durante todo el partido, el resultado no es malo.
Los chilenos desaprovecharon una buena posibilidad de liquidar la serie en Santiago, y deberán jugarse en Montevideo el jueves 18 a las 19:15 horas en el Franzini el pasaje a la segunda ronda, donde espera el Nacional de Marcelo Gallardo.
Montevideo Portal