EDUARDO BARRENECHE
Un mayor control y un mensaje más firme hacia los funcionarios, mejor coordinación con la Policía y la apertura de dos nuevos hogares, son las claves del descenso de las fugas en el INAU según sus autoridades.
En 2009 ocurrieron 1.072 fugas de menores de los hogares de la Colonia Berro y de Montevideo, según datos oficiales del organismo. Algunos de los internos pasaban cuatro y cinco veces por año por la institución y acumulaban expedientes de delitos sin purgar.
Las cifras que maneja el INAU muestran que, en 2010 comenzó una desaceleración de las fugas: 772. En tanto, los escapes ocurridos en los primeros seis meses de este años fueron 87. La Casona, un centro abierto de la Colonia Berro, cumplió una función clave entre 2009 y 2010. Cientos de adolescentes se fugaron caminando de ese hogar que se transformó en "una válvula de escape" o "puerta giratoria" del sistema, según afirmaron el defensor de oficio de Menores, Daniel Sayagués Laso, y la entonces presidenta de la Mesa Sindical de la Colonia Berro, Claudia Montenegro. (Ver nota aparte).
Hace 15 días, autoridades del Instituto ordenaron el cierre de La Casona.
En 2010, el entonces gerente del Sistema de Ejecución de Medidas a Jóvenes en Infracción (Semeji), Jorge Jouroff, impulsó una mayor coordinación con la Policía de Canelones y derivó a técnicos del Ministerio del Interior la responsabilidad de diseñar e instalar las medidas de seguridad de hogares.
El 27 de abril de este año, Jouroff debió renunciar tras el rescate del adolescente "El Talibán" por parte de dos menores en moto y la fuga de "Ricky" y "Prandon" del Centro de Medidas Cautelares, dos semanas después de su inauguración.
El actual gerente del Semeji, Rolando Arbesún asumió el 1° de mayo de este año. Una semana más tarde, ocurrieron nuevas fugas en La Casona.
Arbesún recordó que advirtió en ese momento que "toda fuga implica una responsabilidad funcional. Había una fantasía sobre que las fugas no eran responsabilidad de nadie".
Señaló que, además del mensaje claro a los funcionarios, otros factores que disminuyeron las fugas fueron una mejor coordinación institucional con el Ministerio del Interior para la seguridad externa de los hogares, la creación de dos nuevos hogares y los reciclajes de otros y un incremento de un 30% de la plantilla de trabajadores. En este momento, el Semeji cuenta con 900 trabajadores. "Además se aprobó un protocolo de actuación funcional que proporciona información sobre las fallas de funcionamiento" del sistema, dijo.
El secretario general del sindicato del INAU, Carlos Salaberry, coincidió con Arbesún sobre que una mayor inversión en recursos humanos y edilicios mejoraron la gestión del Semeji. Sin embargo, el gremialista destacó que, tanto Jouroff como Arbesún cambiaron el mensaje que la administración enviaba al funcionario.
"Antes de ellos el mensaje que recibíamos era que la fuga no era un problema. El entonces gerente (Carlos) Uriarte dijo que las fugas eran una válvula de escape del sistema para no llegar al hacinamiento. Y el padre Mateo señaló que prefería un escape de un menor antes que un motín", recordó Salaberry. Agregó que ahora "no hay un apriete a los funcionarios. El mensaje es que los menores no se te pueden escapar".
Tras coincidir con Arbesún que la mejor coordinación con la Policía elevó las tasas de recapturas de menores fugados, Salaberry destacó que en esta gestión también hubo una mayor inversión en cercados perimetrales y en rejas. Agregó que luego que se elimine el hacinamiento con la construcción de un centro con 300 plazas será necesario apuntar a mejorar la calidad de atención de los internos.
"También se deben comprometer otras instituciones como el Mides y el MSP", dijo.
"Válvula de escape" del sistema
Entre 2009 y 2010, el Hogar "La Casona" de la Colonia Berro ofició como "válvula de escape" del sistema de privación de libertad de adolescentes infractores.
El 2 de febrero de este año, un joven explicó en un Juzgado de Menores cómo se había producido su última fuga de "La Casona" el 9 de junio del 2010. "Según su versión, al llegar al `Hogar` un funcionario lo habría consultado sobre su voluntad de permanecer o no en el centro. Como él le respondió que pensaba irse, el funcionario le habría dicho que empezara a correr y que él avisaría al retén policial veinte minutos después", narró el 15 de febrero de este año el defensor de Oficio de Adolescentes, Daniel Sayagués Laso, en una carta enviada a la prensa.
Según Sayagués Laso, "el que un adolescente se vaya o no de un centro `abierto` depende de su exclusiva voluntad. Y no es responsabilidad ni de funcionarios ni de la dirección de esos centros, sino de la institución que coloca a esos adolescentes en situación de decidir si permanecen o no en los mismos". El 11 de agosto de 2009, en ocasión de la fuga del doble homicida apodado "El Leito" -se fue de "La Casona" caminando-, la entonces presidenta de la Mesa Sindical de la Colonia Berro, Claudia Montenegro, señaló: "desde enero hasta julio de este año (2009) ocurrieron 230 fugas de La Casona" (1,3 por día). "Se trata de una válvula de escape del sistema", reconoció.
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