PUNTA DEL ESTE | RAÚL MERNIES
Rodeada de flashes, luciendo un escote revelador, un short corto, y tacos altos, cual adolescente, Graciela Alfano asistió a la fiesta del Conrad. La jurado de Bailando por un Sueño habló del programa, de Tinelli y de los límites entre realidad y ficción.
Ni las esculturales modelos que desfilaron con diminutos trajes de baño por la pasarela del Conrad fueron merecedoras de tantos elogios, saludos y fotos como "Grace", la "villana honesta" del exitoso programa de Marcelo Tinelli, según su propia definición del personaje que realiza.
"Tengo un papel de villana, lo inventé yo, lo disfruto y me divierto mucho. Siempre los personajes más ricos son o los vulnerables y los oscuros, son los que a la gente le gusta. A las mujeres les encantan este tipo de personajes porque ven la imagen de una vanguardista, que realmente está separada de la opinión de los otros", afirmó convencida.
A su entender, la clave del personaje es "tener mucha información de lo que está pasando" y compara su popularidad con la del editor de WikiLeaks Julian Assange. "Fijate, cuando eligieron a Assange como el personaje del año en la revista Time, en Argentina hicieron una encuesta en Yahoo y me eligieron a mí", afirma. "Nos eligen por eso, somos villanos honestos, decimos verdades".
Alfano no tuvo reparos en su diálogo con El País, y fue enfática al resaltar que en el programa "todo está orquestado", en referencia a las peleas y los conflictos internos, aunque aclaró: "En este caso es improvisación a full, en seco, en crudo. Y si bien Marcelo es quien lo maneja, no hay alguien que lo edita, como en otros realities, porque el programa va en vivo".
Asegura que su personaje "actúa libremente y sin cotas", y para demostrarlo citó el ejemplo de la noche en que decidió zambullirse en las piscinas del Acuadance: "Juro por mi vida que no estaba pactado para nada. Yo ya me había sacado todo, por eso fue que le gané a Moria, porque ella tenía toda la ropa puesta. Cuando Marcelo dijo que no, y que la próxima vez nos tirábamos, ¡yo ya estaba en las escaleras! Al momento que yo escucho su `No, Graciela` ya estaba en cuatro patas tirándome de cabeza", contó recordando con una sonrisa en la cara.
"El programa se terminaba y cerraba la transmisión, pero el canal le dio aire porque yo me tiré al agua. Después esos fueron los segundos más vistos del día. Esa es la inteligencia que tenemos todos, la de ir generando cosas que sabés que van a servir", afirmó.
La experimentada vedette asegura que el conductor, Marcelo Tinelli, es "un gran actor, el mejor del show" y que cuando con él se juntan su personaje y el de Moria Casán "porque ella también es actriz" es que surgen "las improvisaciones más divertidas".
Alfano tampoco tuvo problemas al hablar de los recursos que utiliza para captar la atención e incrementar el rating del programa más popular de la Argentina (que también lidera las mediciones en Uruguay), o para lograr que su personaje sea el centro de atención en el show: "un buen desmayo, una buena renuncia, salir a dar vueltas por algún lado haciéndote la enojada, un revoleo de cabeza o lo que sea, esas cosas sirven".
"Yo no creo en el talento", asegura, "creo en las buenas decisiones. Y se toman decisiones cuando, por lo menos, tenés dos opciones, y esas dos opciones hay que pensarlas. Tenés que saber quiénes van a ser tus enemigos, quiénes van a ser tus amigos y vas armando tu juego, con varios planes. Tenés un perfil de cada uno que te permite tener información y manejar el personaje, y todo se va conformando también con lo que te da el otro", explica la veterana sobre su trabajo.
Aunque el recurso directo no se ve desde la época de Video Match, Alfano asegura que las cámaras ocultas son "la columna vertebral", del programa.
"Todo es una cámara oculta el programa de Tinelli. Las cámaras ocultas siguen siendo la base de su éxito, sólo que ahora la víctima es la persona del jurado que está hablando", asegura con los ojos claros, más abiertos de lo normal, como si estuviera hablando de una realidad evidente.
Y pasa a explicarlo: "Por ejemplo, Reina está hablando de algo y de golpe me mandan la cámara a mí. Ella se siente mal porque le sacan la cámara, evidentemente porque había alguien que estaba haciendo otra cosa, un gesto, una burla, etcétera. Ahí la víctima es Reina", dice, y después agrega "siempre el que pierde es el que se enoja de verdad".
Alfano descartó de plano la posibilidad de ser participante del programa. "Nunca participaría. Hay figuras del espec- táculo que no saben dar por resueltos los ciclos y aunque ya ganaron, siguen y siguen. Yo ya soy jurado, no estoy para jugar a ganar. Podría llegar a hacer un musical, eso sí me divierte, pero la competencia es entre esos chicos, que dentro de 20 años van a a estar en mi lugar y yo quién sabe en qué otra cosa", dijo sin dudarlo.
Mientras se paseaba por las tupidas alfombras del cinco estrellas esteño, los seguidores del programa no perdían espacio para manifestarse: "Grace, ídola. Matías (por Matías Alé, su ex pareja) es un looser", otros, no tan afines con el personaje, soltaron un violento: "Dejala tranquila a Reina (Reech), ¡quilombera!".
La rivalidad, incluso con amenazas de demandas, entre los personajes de Alfano y Reech fue moneda corriente a lo largo del año. Incluso llegaron a sacar de quicio a Tinelli en uno de los programas del pasado mes de noviembre, cuando el conductor puso los puntos sobre las íes.
"Marcelo nunca me puso cara de enojado a mí. Le conozco todo a Tinelli, hasta cómo mueve la oreja, de costado, la cabeza, la nuca; todo. Lo vi una sola vez enojado y fue con Reina, cuando le paró el carro. Te das cuenta de que está enojado porque tira la cabeza para atrás y pone el mentón para adelante. Creo que ahí puso un límite en serio. Pero después, en general, él disfruta mucho, sabe jugar, está concentradísimo", relató la jurado.
El ciclo 2011 todavía es un enigma para ella. "No tengo ni idea del año que viene. Voy a vaciar mi cabeza, me voy a guardar, enero, febrero y marzo. Recién en abril volveré a trabajar y ver qué hacemos", dijo.
De todas formas, Alfano compartió algunos de los secretos de su personaje, y aseguró que buscará nuevos elementos.
"Hay que buscar cosas nuevas en todos lados. Estas viendo un capítulo de American Dad y decís `qué bueno eso`, porque viste una expresión o un chiste. O por ejemplo, en la película Zoolander, cuando el personaje se ríe como con un `quejido`. Yo hice esa risa en el programa y mató. Me divierte meter ese tipo de cosas porque sé que a Marcelo lo enloquecen".
"Todas las chicas quieren ser la novia de Marcelo Tinelli; yo no"
"No siempre estoy jugando con la seducción con Marcelo, al contrario. Yo soy la única que me presto al juego de que me reta, me dice que no, me manda callarme la boca, me pone el `pip` cuando hablo", asegura la única de las panelistas que le tira piropos al conductor casi todas las noches.
"Yo me presto a ese juego porque no necesito, como figura pública, lo que necesitan muchos ahí: que les levanten la autoestima. Como sabe que a mí no me tiene que presentar con bombos y platillos, que me puede decir `callate` y listo, yo me presto y hacemos un buen juego juntos", explica.
"Yo busco los nichos donde otros no trabajan. Todas las chicas quieren ser la novia de Marcelo; yo no. Es más, el otro día le dije que yo estaba más lejos del 4º piso (donde Tinelli tiene su oficina) que Lita de Lazzari (una mediática y añosa ama de casa argentina), y me contestó bien, diciendo que yo estaba en el primero, segundo, tercero..., como que estaba trabajando muy bien".
Finalmente Alfano soltó: "Él sabe que todo lo que hago y digo en el programa sobre él lo digo desde el juego. Él está encantado con todo lo que hago".
El País Digital