Quiénes no me quieren?”. Con esa pregunta ingresó ayer la directora del Liceo 16 a la sala de profesores y gatilló el revolver descargado sobre la cabeza de cuatro docentes que inmediatamente entraron en pánico.
Otra vez ese liceo del Prado quedó en entredicho. Ya había sido ocupado por los docentes; la comunidad se había quejado de su funcionamiento; se habían perdido clases; y hubo denuncias de los profesores contra la directora a la que acusaban de mal trato y discriminación. Ayer esa jerarca pasó la línea de la coherencia al usar el arma del policía que, por primera vez, hacía el servicio 222 en ese centro de estudios.
La intención fue una broma de mal gusto pero para las autoridades esa persona “puede no estar totalmente en su sano juicio”, dijo a El Observador la consejera de Secundaria Ema Zaffaroni. Los profesores y los directores de los liceos públicos ascienden por sus méritos mediante concurso, pero “no están sometidos a pruebas psicológicas” que determinen su estabilidad emocional. “Deberíamos hacerlas” dijo Zaffaroni a El Observador pero “no hay capacidad”, se respondió ella misma. El tema ya se conversó incluso con el gremio de los profesores, dijo.
Según la jerarca, también es claro que la existencia de test psicológicos no hubieran impedido lo ocurrido ayer en el Liceo 16.
En Secundaria hay 17.800 docentes más un director por turno de cada liceo. Además hay varios miles de funcionarios no docentes.
Debido al incidente de ayer, se presentó una denuncia policial en la seccional séptima y la directora fue retirada del liceo por el asesor legal de Secundaria que sobre el mediodía fue enviado por el consejo, junto a varios inspectores, para ver qué pasó exactamente.
El policía del servicio 222, un joven inexperiente que cumplía sus primeros días de trabajo, entregó su arma a la directora para poder entrar al liceo. Previamente le sacó las balas.
Fuentes ministeriales informaron que los policías no puede entrar armados a los centros de enseñanza y acotaron que generalmente el servicio 222 se cumple afuera del recinto educativo. Pero la directora del 16 no guardó el arma en un armario sino que llevándola en la mano, entró a un salón y gatilló a cuatro funcionarios que quedaron paralizados.
Según supo El Observador, el policía llamó a jefatura para contar lo que había pasado y le dijeron que de inmediato recupere su arma. También de inmediato Secundaria decidió una investigación con separación del cargo de la directora.
La subdirectora pasó a ser la responsable de ese centro del Prado. Secundaria suspendió las clases por el día de ayer, pero los profesores se habían adelantado y decidieron no recibir a los alumnos por 48 horas. Los docentes igual concurrirán para recibir a padres y alumnos. En ese centro estudian en dos turnos unos 1.100 jóvenes.
Marcos Fernández, profesor del liceo 16, dijo a El Observador que “no están dadas las condiciones para dictar clases” . Luego se decidió que tampoco habría clases hoy martes –cuando habrá una asamblea– ni mañana miércoles. “Venimos diciendo hace más de un año que la directora estaba mal. Denunciamos persecución sindical y mal manejo del liceo”, indicó Fernández.
No es la primera vez que la directora cuestionada está siendo investigada. Hace unos años también pasó por procesos de ese tipo con separación del cargo.
