La fiesta de Iemanjá le puso color a la previa y los devotos de Momo llegaron al templo con la firme misión de no ser excomulgados y profesar su fe ante el dios de la farsa y la alegría.
"La bruta" de siempre. Un muy buen espectáculo de Araca, que deberá lidiar con el reglamento. (Foto gentileza de HN Producciones).
Gabriel Méndez
Mi Morena regresó al Teatro de Verano con una misión muy clara: dar la pelea para entrar a la liguilla. Juan Ramos, su director responsable, se rodeó de excelentes profesionales con trayectoria en la categoría y algunos que llegaron para entregar su talento al conjunto.
El espectáculo de la comparsa se basa en la historia misma del barrio oriundo. Por ahí se suceden los cuadros con gran fluidez y las voces de Néstor Silva, Martín Presno y Arlett Fernández brillaron en cada interpretación.
Un aparte merece la actuación de Daniel Sastre. En el año más duro de su vida y luego de pasar por momentos complicados de salud, se lo vio no solamente recuperado sino cantando maravillosamente, demostrando una vez más que el tiempo solo hace ganar experiencia.
Buen trabajo de la comparsa, que la pone a la expectativa del resto de sus rivales en un buen año de la categoría.
METELE QUE SON PASTELES
Llegaba precedida de la gran actuación mostrada en la prueba de admisión, que la depositó en el segundo lugar. La cosa en esta oportunidad no ocurrió de la misma manera.
Su espectáculo está bien concebido, con una idea basada en el reino animal. Tiene momentos de grandes aciertos en el texto y otros que no logran atrapar y mantener ese nivel.
El coro suena prolijo, con un Pablo Riquero que nuevamente se destaca en los arreglos y una batería que acompaña en forma adecuada. El vestuario es de alto nivel ya que cada murguero representa un animal distinto con sus características y realiza movimientos relacionados al mismo.
¿Por dónde pasa su flaqueza? Simplemente no tiene mucha explicación, pero a lo largo del espectáculo este se va desflecando para terminar en un híbrido murguero que uno acompaña pero no sigue. Esta murga puede y debe rendir mucho más.
LOS JOKER'S
Son los decanos del humorismo; eso se nota y esa "chapa" tiene nombre propio: Walter Tuala.
Recuerdo el comentario de la prueba de admisión, en el que decíamos que este grupo se había guardado lo mejor para el concurso, y no nos equivocamos.
Este grupo sacó a relucir sus viejas armas y ahí apareció el homenaje a Tuta de Casto, con ese momento memorable de la valija que realizara el gran capocómico en este mismo grupo, a comienzos de los 80.
La humorada del arrabal busca el efecto de aquella recordada y efectiva del "cantegril" y repite fórmulas exitosas para el conjunto. Para finalizar, una joyita, "Las Brujas", que luego de unos años volvieron para cocinar en su caldero todo el humor político.
En resumidas cuentas, un gran autohomenaje que Joker's se hace y que parte del público disfrutó.
ARACA LA CANA
Se plantó a cantar en el Ramón Collazo y fue "La bruta" de siempre. Su canto fuerte retumbó en la cantera aunque por momentos la sentimos un poco gritada de más. (Ojo, es una percepción personal de un simple espectador).
"Cómo han cambiado los tiempos" es el título de su espectáculo, el cual recorre las cosas que cambiaron en los años de vida de esta murga. Ahí aparece un personaje, "el viejo murguista", interpretado por Cacho Denis, quien se robó el aplauso de la platea.
El riesgo que corre Araca es la cantidad de partes habladas, lo que condena el reglamento, pero de todas maneras las risas estaban a la orden del día y el público disfrutó de principio a fin. Para finalizar, buen año de Araca la Cana, que deberá luchar con un reglamento que la limita y tal vez le traiga algún dolor de cabeza al final. Igual a nosotros nos gustó mucho.
